En Canvas by Numbers, hacemos un esfuerzo comprometido por el desarrollo personal y los pasatiempos saludables que contribuyen a aumentar el bienestar físico y mental, como pintar por números para adultos, una actividad en la que nos especializamos. En estos tiempos de pandemia que estamos atravesando, el autocuidado se ha vuelto más necesario que nunca: cuidarnos a nosotros mismos para poder cuidar de los demás.
La mayor parte del tiempo, el autocuidado pasa a un segundo plano, pospuesto hasta que hay un hueco en el ajetreo diario, y las obligaciones familiares o laborales dan paso a unos pocos minutos libres, preciosos pero irregulares.
Sin embargo, hay un deber primordial e ineludible para todos nosotros: el autocuidado. En Canvas by Numbers, insistimos, es una obligación. Las personas con las que compartimos nuestro entorno sufren o disfrutan de nuestra compañía dependiendo del estado de ánimo y el nivel de positividad que mostramos en cada momento. Tu familia, amigos, colegas, etc., apreciarán el esfuerzo que pongas en tu bienestar físico y emocional, ya que nadie se siente cómodo con o desea la compañía de un gruñón estresado. Ambos aspectos del autocuidado son importantes y deben trabajarse por igual:
- El bienestar físico, sentirse ágil, saludable y cómodo en nuestros cuerpos, condiciona nuestro estado emocional.
- Por el contrario, un buen estado emocional nos llevará a cuidar de nuestra salud con horarios apropiados, ejercicio y comida saludable.
"Cuestiones como el estrés, la ansiedad o la angustia existencial son los campos de batalla del autocuidado y, en este momento, son en gran medida el resultado del miedo, miedo a la vida, miedo al futuro (cercano o lejano), pensamientos negativos al respecto y la capacidad de enfrentarlo porque la pandemia nos ha mostrado cuán frágil e impredecible es el futuro y la vida, en general."
¡Ten cuidado! Si estos factores (estrés, ansiedad y angustia) no se manejan adecuadamente, es probable que surja una necesidad poco saludable de control sobre las personas y las cosas. Dominar la inquietud causada por situaciones no deseadas no es sencillo y requiere mucho equilibrio; es en este momento cuando emerge el "controlador" que llevamos dentro. A primera vista, la figura del controlador puede parecer fuerte, pero es todo lo contrario; es una consecuencia directa del miedo y de la incapacidad para superarlo.
Hay una verdad innegable que algunas personas se niegan a aceptar: no tienen control sobre muchas cosas que suceden en sus vidas. Normalmente, aquellos que resisten admitir esta verdad se convierten en fanáticos del control y desarrollan su carácter a lo largo de dos líneas definidas:
- Se niegan a delegar tareas (nadie puede hacerlo tan bien como ellos, independientemente de la tarea).
- Intentan forzar a otras personas a cambiar según sus propios criterios (si actúas como digo, todo irá bien; de lo contrario, será un desastre).
Es un círculo vicioso. Ambos son resultados del estrés, y a su vez, alimentan más estrés. Las personas están permanentemente ocupadas porque (en su opinión) los demás no cumplen en el trabajo, consumen energía excesiva tratando de hacer que otros sigan sus indicaciones, y surgen la frustración, la ira o el fastidio cuando no se cumplen sus objetivos.
Las personas que son controladoras parten de una creencia errónea: si pueden obtener suficiente control sobre los demás y las situaciones en las que se encuentran, pueden evitar eventos que les hagan daño. Se consideran poseedores de la verdad absoluta y parecen tener una bola de cristal para predecir los eventos venideros. Todos reconocemos el perfil, y todos hemos encontrado a esta figura en más de una ocasión. La reacción lógica es distanciarse; ¿quién quiere a alguien así cerca?
Hay otro grupo de personas que, a pesar de ser conscientes de su verdadera capacidad para cambiar ciertas situaciones y de su relevancia en un contexto global, saben que no pueden evitar que sucedan cosas malas, pero aún así se preocupan por ellas. Viven en constante inquietud, en angustia, temiendo desde desastres naturales hasta enfermedades mortales, siempre atentos a sí mismos o a sus seres queridos, así como a todo tipo de accidentes inesperados. Las preocupaciones colonizan sus mentes y crean alertas para cada nueva situación. Es triste porque desperdician tiempo y energía.
Aquí, el énfasis debe estar en el equilibrio. No se trata de vivir de manera imprudente, la prudencia siempre es un valor a considerar. Evitar situaciones de riesgo innecesarias es un signo de inteligencia, pero preocuparse por lo que está más allá de nuestro control no sirve de nada y no soluciona nada.
No es un ejercicio simple distanciarse para evaluar qué nos afecta y su capacidad real para hacerlo. Este es el aspecto del estrés en el que nos vamos a centrar, y si se aplica a ti, si pierdes tiempo y una parte significativa de tu felicidad preocupándote por eventos/personas fuera de tu control, los consejos que hemos recopilado en la segunda parte del post pueden ayudarte.
Esperamos que hayas disfrutado de la introducción y te sientas animado a leer la segunda parte. No te pierdas nuestros consejos. Los encontrarás en Deja de preocuparte por cosas que no puedes controlar (II).
Para concluir esta primera parte, vale la pena mencionar que las imágenes de los lienzos de pintar por números incluidos en este artículo pertenecen a la Colección de Mandalas, lienzos que, debido a su composición especial, invitan a la relajación de la mente y el cuerpo. Pintar por números es una actividad creativa que obliga a tu mente a desconectarse de las preocupaciones. Una vez que te concentras en el lienzo, en las áreas para pintar y ves los resultados, tu mente cambia al canal de calma y disfrute.
Puedes visitar la página de inicio de Canvas por Números para otras sugerencias que pueden ser más atractivas para ti. ¡Te estamos esperando!